En un rincón olvidado de un viejo teatro, una marioneta caminaba y hablaba como si tuviera vida propia. Tejida con colores y texturas que reflejaban las creencias y culturas absorbidas a lo largo de los años, soñaba con la VERDADERA LIBERTAD, esta marioneta, ajena a los finos hilos que la controlaban, se movía como si fuera dueña de su destino.

Pero, ¿no es esto lo que todos, en el fondo de nuestro ser, llegamos a creer? Llevaba unas gafas especiales, que cuando miraba hacia el techo del teatro, con la esperanza guardada en su corazón de que, a pesar de todo su camino, hubiera un destino mejor, con el que bailar, cantar o caminar,que le impedían ver los finos hilos que la condicionaba. Esos hilos eran invisibles para ella, pero no por ello dejaban de estar ahí, dirigidos por una fuerza oculta que parecía surgir de los misterios del universo.

Un día, mientras soñaba con un sinfín de aventuras imposibles, un rayo de luz atravesó con fuerza una grieta en el techo y golpeó sus gafas con tal intensidad que la marioneta quedó aturdida. Sorprendida por dicha sacudida, decidió quitarse las gafas para ver mejor lo que estaba pasando y por primera vez en su existencia, consiguió ver los hilos, (unos hilos que hasta entonces habían sido desconocidos para ella) más aún, levantó la vista y descubrió una mano que la manejaba, pero no era una mano extraña para ella, ya que era la suya propia, aunque cargada de una energía misteriosa, una fuerza ancestral que provenía de lo más profundo de su ser.

Esta energía, envolvente y poderosa, estaba compuesta por todas las emociones, miedos y deseos que nunca antes había comprendido del todo y mucho menos se había detenido a contemplarlos, era como si, de repente, todas las piezas de un complejo rompecabezas empezaran a encajar, revelando una verdad oculta y deslumbrante. Entendió entonces, que no era solo una simple marioneta, donde sus movimientos eran guiados por una fuerza más grande que ella misma, una fuerza que residía en lo profundo de su ser, tejida con los hilos invisibles de sus experiencias, deseos y temores.

Con esta nueva conciencia, la marioneta decidió no romper los hilos, sino aprender a manejarlos con sabiduría y gracia. Sabía, que la verdadera libertad no estaba en la ausencia de hilos, sino en comprender y aceptar la propia naturaleza de su existencia. Con cada movimiento, bailó con la armonía del universo, abrazando la belleza de su singularidad y la fuerza de su conexión con el todo y así, transformó su danza en una sinfonía de vida, irradiando una luz que iluminaba todo su ser.

Te invito a seguir los pasos de la marioneta consciente, a quitarte las gafas que te impiden ver los hilos que te manejan y a descubrir la misteriosa fuerza que te guía desde lo más profundo de tu ser. Sueña con aventuras imposibles, deja que la luz atraviese las grietas de tus creencias y contempla los hilos invisibles que te sostienen. Aprende a manejarlos con sabiduría y gracia, y convierte tus movimientos en un baile armonioso con el universo. Encontrarás en tu aparente fragilidad una inmensa fortaleza, una luz que iluminará todo tu ser y llenará de significado cada paso que des. Despierta a la Libertad Emocional consciente y descubre el poder de tu esencia. ¡Ven y sé una mano que mueve la marioneta conscientemente!